El intercambio de productos por otros productos o servicios y viceversa ha sido, sin duda, el sistema de comercio más antiguo y que sigue perdurando con el nombre de intercambios.
Sucede a menudo a nivel familiar, cuando somos pequeños cuando intercambiamos una lavada de loza por un «yoyó», la paseada al perro por la lavada del coche, una salida extra por el orden del taller, etc.
Pese a todo, esta práctica ha sido notablemente desplazada por el uso del dinero y otras divisas o documentos tales como los vales de alimentación, los cheques, las tarjetas de crédito por nombrar tan solo las más comunes de estas herramientas del sistema financiero en el que vivimos.
El trueque, pese a mostrar un par de desventajas frente al sistema vigente, resulta una opción atractiva para muchos intelectuales y existe un número cada vez más grande de comunidades que lo utilizan porque entienden que hay más ventajas que contras.
Los problemas son evidentes pero no insalvables. Sin una organización previa como la tienen hoy algunas páginas virtuales de mercadeo, con un programa especial para ello, es difícil hallar el par de interesados en trocar lo que uno ofrece por lo que ofrece el otro.
Asímismo, la diversidad de productos y servicios hace difícil la evaluación al faltar patrones estandarizados de valores o precios. Finalmente, es claro que falta una valor de cambio a la hora de trueques desproporcionados que se da cuando lo que uno quiere canjear tiene un coste mucho mayor a lo pretendido.
Salvando estas dificultades liadas a la falta de una cultura de producción y consumo, el trueque presenta atractivos bastante convincentes entre los cuales podemos destacar el estímulo del trabajo y la producción interna, cierta mentalidad proteccionista y renovados imperativos de vida.
También se volvería innecesario el acopiamiento de productos, ya que en el trueque es la circulación de estos lo que conviene. Genera entonces una especie de moderación tanto en el consumo indiscriminado como en la mono producción o monocultivos, en la ambición de los empresarios y en la deshumanización de la mano de obra.
Por esa línea, la iniciativa del trueque es también una respuesta al problema ambiental que clama por otras formas de vida más coherentes con la salud del planeta.
Hay varios sitios web de trueques en España, por ejemplo:
- BOOKMOOCH Trueque de libros
- TROCOBUY Trueques por país
- TRUEQUEWEB
- SEPERMUTA Trueques en varias categorías
Sin lugar a dudas que la web facilita mucho el encuentro entre quienes desean canjear productos; una experiencia que ya viene dando resultados a los curiosos de la modalidad desde hace varios años.
La información reflejada en este artículo es de fecha 17-06-2015. La casi totalidad de contenidos sobre los que informamos los organizan terceros y por tanto son ajenos a nosotros. Eso hace necesario que, al visitarlos, compruebes si las condiciones que existen en ese momento en sus medios de difusión siguen siendo éstas.