La tarea parece ser una pesadilla, sin embargo, es cuestión de elegir un buen día de sol y un poco de paciencia. Estoy hablando de limpiar los asientos del coche que, si tienes peques sabrás de qué estoy hablando. Precisamente te hablo de esa imagen que se te vino a la mente; manchas de chocolate, refresco volcado, manchas de golosinas e incluso -lo peor- ¡chicles! ¡¡¡Dios mío!!! nada puede ser peor que limpiar semejante panorama en el tapizado del coche que no lo podemos quitar y, si lo enviamos a limpiar por profesionales, nos cuesta un montón de dinero.
Una mezcla de:
- Agua mineral
- Detergente líquido
- Vinagre
Es una buena idea; se pone todo dentro de una botella-aerosol para poder agregar la mínima cantidad de líquido posible.
Luego podemos cepillar suavemente con un cepillo de cerdas suaves (aunque no todos lo recomiendan porque puede gastar el tejido) o también fregar fuertemente con un paño de cocina sin uso que absorba el exceso de líquido.
Pero antes de comenzar a secar hay que dejar actuar unos minutos para que la mezcla haga efecto.
Para quitar el olor a vinagre podemos agregar unas gotas de lavanda o aromatizador de ropa y esto ayudará a que el olor a vinagre persista. Pero al cabo de unos días el olor a vinagre desaparece.
Podremos cubrirlo con papel secante tipo papel de cocina para que el exceso de agua suba y así evitar que quede húmedo pero lo mejor es dejarlo con las puertas abiertas al sol; por lo que esta estación es la más indicada para hacer este tipo de trabajos.
Si tienes una aspiradora potente que pueda absorber agua lo ideal es quitar el excedente con la aspiradora.
Por cierto, con los chicles hay que llevar un proceso aparte; hielo y raspar con una espátula o una cuchara; también necesitas un poco de suerte y que el chicle no haya sido presionado demasiado sobre el tapizado.
El resultado es bueno, el precio es barato y lo habrás hecho tú mismo/a.
La información reflejada en este artículo es de fecha 18-05-2015. La casi totalidad de contenidos sobre los que informamos los organizan terceros y por tanto son ajenos a nosotros. Eso hace necesario que, al visitarlos, compruebes si las condiciones que existen en ese momento en sus medios de difusión siguen siendo éstas.