Se han vuelto mundialmente conocidos los consejos de ahorro del economista argentino Nicolás Litvinoff así que he decidido echar un vistazo y comentarlo con nuestros lectores porque si hay una sensación agradable de tarea cumplida, ésta es la de contar con dinero ahorrado ¡me encanta!
Gastos necesarios en base al ingreso neto
Para ahorrar hay que hacer una clasificación entre que son las necesidades y los deseos. Las primeras no pueden dejar de satisfacerse, mientras los segundos sí. Ahora el coste de las mismas puede variar y para ahorrar hay que regular el gasto, teniendo en cuenta el ingreso. Es decir, buscar las alternativas más económicas dentro del rango de calidad escogido y no pagar por ellas cualquier precio.
El planteo para ello debe ser que la suma de los gastos necesarios, sea igual o menor al 50% de los ingresos netos. Los gastos deben ajustarse a los ingresos y no a la inversa.
Gastos deseados teniendo en cuenta el excedente primario
Los gastos deseados son aquellos que no son necesidades primarias. Por ejemplo: Comidas en restaurantes, aparatos tecnológicos, vacaciones, etc.
El objetivo sustentable es no sobrepasar el 60% del excedente primario (el dinero que resta luego de descontar los gastos necesarios).
En una sociedad consumista el deseo de adquirir bienes y servicios es permanente e ilimitado. Una estrategia inteligente para prescindir, es posponerlo con el objetivo de que desaparezca. Si se es constante en esta conducta, lo más seguro es que finalmente el dinero excedente primario se gaste en cosas que realmente se desean y no en la primera oferta que surja.
Ahorro en base al excedente secundario
Luego de cumplir los dos primeros objetivos sustentables: Los gastos necesarios y los gastos deseados, surge el tercero: Ahorro. Es decir, generar un ahorro con el propósito de planificar el futuro. El ahorro debe ser igual al excedente del ingreso luego de los gastos necesarios y deseados.
Para aquellos que no acostumbran ahorrar, al principio puede no ser fácil. Pero si se siguen los consejos arriba esbozados, puede lograrse cubrir los gastos necesarios, los gastos deseados y generar, además, el ahorro.
En una sociedad consumista el deseo de adquirir bienes y servicios es permanente e ilimitado. Una estrategia inteligente para prescindir, es posponerlo con el objetivo de que desaparezca. Si se es constante en esta conducta, lo más seguro es que finalmente el dinero excedente primario se gaste en cosas que realmente se desean y no en la primera oferta que surja.
A ponerlo a prueba … ¿qué tal si empezamos por conocer exactamente cuáles son nuestros gastos necesarios y ver si están en ese 50% que recomienda Litvinoff?
La información reflejada en este artículo es de fecha 10-02-2017. La casi totalidad de contenidos sobre los que informamos los organizan terceros y por tanto son ajenos a nosotros. Eso hace necesario que, al visitarlos, compruebes si las condiciones que existen en ese momento en sus medios de difusión siguen siendo éstas.